ROMOSINUANO (ROMO)

ROMOSINUANO (ROMO)

La población estimada en 1999 fue de 2014. El ganado Romosinuano deriva su nombre de la ausencia de cuernos (romo) y del lugar de origen, Valle del río Sinú, Costa Norte de Colombia. El Romo es la base genética criolla de la raza sintética Velásquez. Es de tamaño mediano y cuerpo cilíndrico, pelaje amarillo claro (bayo) o rojo cereza (araguato) uniforme y/o manchado (pataconeado); una pequeña proporción posee cabeza negra (hosco); las mucosas son claras o negras; piel delgada con pelo escaso, corto y brillante; cola corta y de escasa borla. Sobresale por su fertilidad, longevidad, mansedumbre, producción de carne de alta calidad y por su habilidad combinatoria con el Cebú. Por su excelente fertilidad, producción y calidad de carne es la raza criolla colombiana más apetecida en el exterior; la segunda población más numerosa se encuentra en Venezuela; igualmente, existe una población importante en Estados Unidos, en dónde se adelantan investigaciones referidas con su fertilidad y calidad de carne.EL GANADO CRIOLLO ROMOSINUANO (ROMO)

Artículo tomado de Animal Genetic Resources Information

1998. UNEP-FAO (Roma, Italia) 24.

GERMAN MARTINEZ CORREAL M.V., MSC., Ph.D

INTRODUCCIÓN

El ganado criollo ROMOSINUANO debe su nombre a la carencia de cuernos (topo o romo) y lugar de origen, el Valle del río Sinú, Costa Norte de Colombia. El Valle del Sinú, en su parte baja, corresponde a la zona climatológica de Bosque Seco Tropical (BST), con temperatura media de 27.5 ºC; 83 % de humedad relativa y 1200 milímetros (mm) de precipitación anual, distribuidos en dos épocas: una de baja (diciembre a marzo) y otra de alta precipitación (abril a noviembre) (Hernández, 1976b).

Con extensión aproximada de 425.000 Has, el Sinú es un valle fértil con suelos profundos de textura franco-arcillosa, ricos en N, P, Ca y K y pH cercano a la neutralidad. Debido a su perfil plano y baja permeabilidad, el principal problema de sus suelos es su mal drenaje. Se encuentra cubierto por gran cantidad de gramíneas y leguminosas, nativas e introducidas. Las gramíneas introducidas más comunes son los pastos Pará (Brachiaria mutica), Pangola (Digitaria decumbens), Guinea (Panicum maximum), Angleton (Dichantium aristatum), Puntero (Hiparrehnia rufa) y Brachiarias spp, entre los que se destacan el B. decumbens y B. dictyoneura. El árbol forrajero más común es el Matarratón (Gliricida sepium) y entre las leguminosas nativas sobresalen las de géneros Desmodium y Phaseolus (Pinzón, 1984).

El Ministerio de Agricultura de Colombia estableció, en 1936, un grupo de ganado Romo en la Granja de Montería, hoy conocida como Centro de Investigaciones (CI) Turipaná, (Cereté, Córdoba), con el propósito de conservar, multiplicar, fomentar y estudiar la raza. A partir de 1967 se iniciaron trabajos de evaluación productiva del Romo y sus híbridos con Cebú (Brahman), Charoláis y Santa Gertrudis (Hernández, 1976b).

RESEÑA HISTÓRICA

El primer ganado venido al Nuevo Mundo lo trajo Colón en su segundo viaje y se desembarcó en la isla de Santo Domingo, en noviembre de 1493. Dos décadas más tarde pasó a Puerto Rico, Jamaica, Cuba y territorio continental, dando origen al ganado de Norte, Centro y Sur América (Rouse, 1977). Santa Marta y Cartagena de Indias fueron los puertos de entrada del ganado a Colombia (Rouse, 1970; Salazar y Cardozo, 1981; Pinzón, 1984).

Sobre la carencia de cuernos de la raza existen varias teorías: todas ellas coinciden en que se originó de los ganados traídos al Nuevo Mundo por los conquistadores españoles. Según Pinzón (1981), ejemplares acornes se presentaban en forma esporádica en los ganados que poblaron el Sinú y aun cuando en un principio no gustaban, posteriormente se popularizaron, debido a que se asoció el rasgo topo o romo con mejores características para matadero. Pinzón considera que se presentó una mutación en el ganado criollo colombiano Costeño con Cuernos (CCC), oriundo de la zona y que por tanto el Romo es una raza criolla auténtica colombiana; la topización espontánea (mutación) se ha presentado en diversas razas y no habría razón para considerar que el carácter topo sea esencialmente producto de cruzamiento.

En Colombia existen otros casos de ganados criollos acornes que han aparecido espontáneamente y Martínez (1992) menciona una variedad “topa” en ganado criollo colombiano Blanco Orejinegro (BON).

Hernández (1976b) considera que la hipótesis más probable es la de cruzamiento de vacas de la raza criolla colombiana CCC con toros de razas sin cuernos, los que, debido a la dominancia genética de este rasgo y a la preferencia que se mostró por este tipo de animales, diseminaron rápidamente dicha característica. Las razas más probables en la formación del Romo, según la anterior hipótesis, son el Red Angus y el Red Poll.

Cualquiera que haya sido el origen del Romo, lo importante es el proceso de adaptación que ha experimentado en el amplio rango de ambientes y niveles de manejo a que ha sido sometido en distintas regiones de la geografía colombiana; el Romo es la raza criolla más difundida en el país y la única que ha sido exportada, inclusive a los Estados Unidos de Norte América. En el año de 1949 se llevaron unas pocas dosis de semen de Romo que fue utilizado en cruzamiento absorbente con ganado Hereford. Descendientes de los individuos llevados a los EEUU parecen ser los ancestros del ganado que posteriormente pasó al CATIE, Turrialba, Costa Rica (Pinzón, 1981).

Rico y col (1986) reportaron, en 53 fincas de diferentes regiones de Colombia, una población total de 3262 animales puros; además, 2563, 2665 y 264 individuos de alto (>75 %), medio (0-50 %) y bajo (<0-25 %) mestizaje. La Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Romosinuano (ASOROMO), reporta una tendencia al incremento de la población y las siguientes estadísticas de productores y número de animales en 1994: 6000 animales registrados desde la creación de la Asociación y una población actual de 3500 en 28 explotaciones en diferentes zonas del país. También reporta exportaciones a Venezuela de material seminal y, aproximadamente, 800 animales.

CARACTERÍSTICAS EXTERNAS DE LA RAZA ROMOSINUANO

Apariencia general

El rasgo más típico es la ausencia de cuernos. El color de la capa va de amarillo claro (bayo) a rojo encendido (castaño oscuro o cereza); también existen animales hoscos: bayos o castaños con cabeza y extremidades negras. El color de la capa es uniforme, pero algunos animales presentan manchas pequeñas circulares de color más intenso, esparcidas en todo el cuerpo y que le dan al animal un aspecto moteado, «pataconeado«, como de tela estampada. Según el profesor J. C. Bonsma, citado por Pinzón (1981): «El moteado o estrellas de melanina o «pataconeado» sobre la piel es un indicador de alta vascularidad y buena salud. Esas estrellas son el resultado de una irrigación sanguínea muy eficiente».

Las mucosas y la piel son, en general, de tonos claros, pero en los hoscos estas son de color negro. La piel es gruesa y bien adherida, con escaso pelo, corto, brillante y grasoso. El Romo es de talla mediana y cuerpo cilíndrico; la raíz de la cola es descarnada, de inserción alta y escasa borla (Hernández, 1976b; Rincón, 1991). En la Tabla 1 se presentan los promedios no ponderados de pesos y medidas corporales de animales de cuatro (4) años de edad.

Tabla 1. Raza Romosinuano.

Medidas corporales (cm.) Machos Hembras
Alzada a la cruz 131.5 123.5
Perímetro torácico 192.5 175.5
Longitud escápulo-isquial 159.5 145.5
Peso vivo (Kg) 573.1 412.2

Adaptado de: Hernández, B. G. (1976b); Rincón, R. (1991)

Características fisiológicas

La característica fisiológica más sobresaliente del Romo es su adaptación al trópico, adaptación traducida en excelentes índices de fertilidad, supervivencia o longevidad; igualmente, sobresale por su rusticidad, habilidad combinatoria y producción de heterosis, especialmente con Cebú.

El sobresaliente comportamiento reproductivo que ésta raza exhibe, no solo en las condiciones del Sinú sino en otras regiones más inhóspitas del país, ha sido reportado por diferentes autores. En 1940, Escobar, citado por Pinzón (1981), encontró, en el Sinú, que el 79 % de las vacas entraban en celo antes de los 60 días posparto y el 92 % antes de los 69 días; posteriormente, Hernández (1970), en el C.I. Turipaná, reportó un promedio de 373.6 días de intervalo entre partos, con 54.3 % de ellos inferiores a 365 días. Según Hernández (1981), la longevidad y fertilidad del ganado Romo compensan el aparente retardo en su desarrollo, ya que es común encontrar vacas de 15 ó más años de edad con 12 ó más partos, lo que es más económico que tener vacas de mayor velocidad de crecimiento, pero con menor número de crías en su vida productiva.

El Romo es tolerante al calor y humedad excesivas del trópico, así como a otras contingencias desfavorables: excesiva presencia de parásitos externos e internos, plagas y enfermedades. Un aspecto importante de su adaptación a zonas húmedas es la calidad de las pezuñas, que lo habilitan para soportar el fango de las inundaciones periódicas en el Valle del Sinú (Pinzón, 1981).

 

RESULTADOS EXPERIMENTALES

Reproducción y supervivencia

Los resultados que se relacionan en las tablas 2, 3, 4 y 5 corresponden a investigaciones realizadas en el C.I. Turipaná, durante los años 1970 a 1976. En la Tabla 2 se presentan las tasas de natalidad, mortalidad y destete, basadas en el total de vacas expuestas, en grupos de apareamiento de Romo (R) y Cebú (C) puros, sus recíprocos RxC, CxR y retrocruces R(CxR) y C(RxC), durante una estación de monta de 90 días: de mayo a julio, los meses de mayor precipitación.

Tabla 2. Porcentajes de natalidad, mortalidad y destete de cruces de Romo, Cebú, cruces recíprocos y retrocruces. Turipaná. 1970-1976.

      Razas No. Vacas Natalidad Mortalidad Destete
       
Toro      Vaca % % %
Romo           Romo 624 81.1 3.2 78.5
         
Romo          Cebú 193 77.7 4.0 74.6
         
Cebú           Romo 333 52.0 3.6 50.1
         
Cebú           Cebú 493 74.4 8.2 68.3
         
Romo          F1 CxR 234 82.9 3.6 79.9
         
Cebú           F1 RxC 53 77.4 2.4 75.5

 

Adaptado de Hernández, B. G. (1976b; 1981)

La natalidad promedia, 74.3 %, es superior al promedio nacional, estimado en 50 %. La mayor y menor tasas de natalidad se presentaron en los apareamientos de Romo por F1 CxR (82.9 %) y en el de Cebú por Romo (52.0 %). Debido a la baja natalidad de este grupo de apareamiento, las vacas Romo (ambos grupos 66.6%) fueron superadas por las Cebú (76.1%).

Según Castro y col (1971), el menor comportamiento reproductivo de vacas Romo con toros Cebú obedeció a un problema de “discriminación racial”. Los autores reportaron que en los lotes de apareamiento mixtos (vacas Cebú y Romo con toro Cebú) las dos razas no se mezclaban y dicha situación condujo a que las vacas Romo en celo tuvieran menor oportunidad de ser servidas por el toro Cebú.

La mortalidad (3.4 %) de terneros de vacas Romo se considera normal, con valor similar (3.0 %) a la de terneros de vacas cruzadas F1; mientras que la de terneros Cebú (8.2%) fue cercana al valor medio reportado para el país (10%) y duplica el promedio no ponderado de los restantes grupos (3.4%). Debido a los mayores y menores índices de natalidad y mortalidad de los grupos con toro Romo, estos produjeron la mayor tasa de destete, 75.4%.

Crecimiento Pre y Posdestete de Romo

Los pesos promedios al nacer (PN) y destete (PD, ajustado a 270 días) de machos y hembras se presentan en la Tabla 3.

Tabla 3. Peso al nacimiento y destete de machos y hembras Romosinuano. Turipaná. 1959 a 1967.

   Detalle Nº Terneros Nacidos Peso Nacimiento Nº Terneros Destetados Peso Destete
   
Kg. Kg.
Promedio general 2341 29.5 1510 174.0
         
         
         
Machos 1127 29.6 755 182.4
         
Hembras 1114 29.4 755 165.5

 

Adaptado de Hernández, B. G. (1970).

Los PN y PD se encuentran dentro del rango de valores reportados para otras razas criollas de Iberoamérica (Hernández, 1981; Plasse, 1983; Martínez, 1992). Los machos pesaron más al destete, aventajando a las hembras en 16.9 Kg. y no se presentó diferencia en el peso al nacer, 29.6 vs. 29.4 Kg.

Crecimiento Pre y Posdestete de Romo y cruces

Simultáneamente con los estudios de caracterización fenotípica del Romo, se llevó a cabo, en el C.I. Turipaná, un plan de cruzamiento alterno con Cebú y uso de toros Charoláis en apareamiento terminal con hembras F1 Romo por Cebú (RxC) y Cebú por Romo (CxR). En la tabla 4 se resumen los pesos (Kg.) y ganancias diarias (g/día) pre (GDND) y posdestete (GDD-18) y los correspondientes valores de heterosis individual (hi) y materna (hm), que destacan la habilidad combinatoria de las tres razas.

Tabla 4. Heterosis individual (hi) y materna (hm) y promedios de pesos al nacer (PN), destete (PD) y 18 meses (P18m) y ganancias diarias predestete (GDND) y posdestete (GDD-18) de Romo, Cebú y cruces con Charoláis (Ch). Turipaná. 1970-1974.

Raza     Raza n PN PD P18m GDN-D GDD-18
  Kg. Kg Kg g/día g/día
Toro     Vaca          
Romo     Romo 417 29.58 170.5 244.7 521 273
   
Romo     Cebú 148 29.38 214.1 305.8 684 335
   
Cebú     Romo 127 32.04 210.1 326.0 658 421
   
Cebú     Cebú 261 29.06 204.5 296.4 649 342
   
             
   
hi unidades   1.39 24.6 45.3 86 70
   
hi    %   4.7 13.1 16.7 14.7 22.7
   
             
   
Ch       Romo 46 33.64 203.5 279.1 628 281
   
Ch       Cebú   7 29.09 224.9 326.1 724 362
   
Ch       F1 * 50 34.09 242.6 319.3 772 262
   
    2.73 28.4 16.7 96 -59.5
   
hm unidades   8.7 13.2 5.5 14.2 -9.3
   
hm    %

 

Adaptado de Hernández, B. G. (1976). * F1 = RxC y CxR.

Los valores de hi oscilaron entre 4.7 y 22.7%, para PN y GDD-18, respectivamente; valores similares a los reportados en estudios con razas criollas Iberoamericanas y cebuínas (Hernández, 1981; Plasse, 1983; Martínez, 1992) y superiores a los reportados para cruces entre razas europeas (Bos taurus) y éstas con Gyr y Brahman (Bos indicus), en regiones temperadas de Norte América (Frahm y Marshall, 1985; Trail y col, 1985).

Las vacas F1 CxR y RxC produjeron las progenies más pesadas al nacimiento, destete y 18 meses de edad, lo que coincide con la literatura sobre la mayor productividad de vacas híbridas de criollo y cebú (Hernández, 1976, 1981; Martínez 1992; Plasse, 1983; Holgado y Rabasa, 1985). Los valores de hm fluctuaron entre -9.3 y 14.2% para GDD-18 y GDN-D, respectivamente; el valor negativo para GDD-18 estaría indicando que, una vez terminado el efecto materno, habría pérdida de adaptación, por mayor proporción de genes europeos de los trihíbridos con Charoláis.

En la Tabla 5 se presenta el cálculo de producción de carne al destete por vaca expuesta a toro en el hato, basado en el porcentaje y peso de destete. La mayor producción de carne, por vaca expuesta (Kg./vaca), se presentó en los grupos de retrocruces: toro Romo con vacas F1 CxR (181.6 Kg) y toro Cebú con vacas F1 RxC (172.2 Kg); superando ampliamente el promedio nacional, estimado en 88 Kg/vaca.

Tabla 5. Producción de carne al destete por vaca expuesta a toro en el hato.

Razas Destete Peso Destete Kg./vaca
    Kg.  
Toro Vaca %   Kg.
Romo      Romo 78.5 170.5 133.8
   
Romo      Cebú 74.6 214.1 159.7
   
Cebú      Romo 50.1 210.1 105.3
   
Cebú      Cebú 68.3 204.5 139.6
   
Romo      F1 CxR 79.9 227.3 181.6
   
Cebú      F1 RxC 75.5 228.1 172.2

Adaptado de Hernández, B. G. (1976, 1981)

La menor productividad de vacas Romo con toro Cebú (105.3 Kg) obedeció a la menor tasa de natalidad (52%, Tabla 2), ocasionada por la conducta discriminatoria del Cebú; sin embargo, debido al excelente peso de destete del F1 CxR (210.1 Kg), la producción por vaca superó en 17.3 Kg/vaca a la estimada como promedio nacional.

 

Peso presacrificio y Rendimiento en Canal

En estudios de rendimiento carnicero, realizados en el C.I. Turipaná, Gómez y Acosta (1986) reportaron que los promedios de peso presacrificio (477 Kg) y rendimiento en canal (56.7 %) de novillos en pastoreo, Romo y sus cruces recíprocos F1 con Cebú y F2 (inter-sé), con 31 meses de edad promedia, fueron superiores a los valores estimados para el país: 48 meses, 400 Kg y 55 %, respectivamente. Los híbridos F1 y F2 superaron al Romo puro (420.3 Kg, 52.6%) y el F1 CxR (506 Kg, 57.9%) aventajó en 29 Kg y 1.2% el peso y rendimiento promedio de los restantes grupos cruzados y al Romo puro.

 

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Por sus características de adaptación a las condiciones climáticas y de manejo del trópico húmedo, reflejadas en excelentes parámetros de reproducción y supervivencia y por su gran aporte a la producción de híbridos de extraordinarios rasgos productivos, tanto de crecimiento como maternos, factores indispensables para desarrollar sistemas de producción ganaderos eficientes, sostenibles y competitivos en las condiciones del trópico cálido húmedo, no solo de Colombia sino de Iberoamérica, es necesario realizar esfuerzos ingentes, tendientes a asegurar la conservación, desarrollo y uso racional y estratégico de la raza criolla colombiana Romosinuano.

REFERENCIAS CITADAS

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MV PhD

ICA Apartado Aéreo 2011, Villavicencio, Meta, Colombia SA